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Mostrando las entradas de noviembre, 2011

Irse a vivir.

No sé si sería por temor, por ansias o por curiosidad de mis allegados, pero antes de cada partida veo que después del dónde, la pregunta que sigue es '¿te vas a vivir?'  Y yo no sé. No sé si la sociedad se super-sedentarizó o qué demonios pasa, pero solamente el saber que uno no deja de vivir mientras visita o viaja, debería ser suficiente para agotar esa pregunta desde su raíz. Es cierto que yo soy un tipo al que le gusta escuchar muchísimo más que hablar, por no decir que de mi boca salen las palabras contadas. No puedo evitar manifestarme ante esta barbaridad. El rígido culto a la vida sedentaria es espantoso. Irse, quedarse, y seguir yéndose constantemente no implica dejar de vivir. Visitar, trasladarse, moverse, enriquecen a la vida. La respuesta a la insistente pregunta es sí: voy a vivir, a todos lados. Y si un día quisiera dejar de vivir, me quedaría quieto y solitas las raíces plantadas me transformarían en vegetal. Sepa que no sólo me voy a vivir absolutamente a to

Sindrome Ricardo Samuel Gutiérrez

Em... A medida que recorría geografías, Ricardo encontraba razones para pensar que todos los lugares son el mismo. Lo que cambia, según él, es el comportamiento propio en ese lugar, por los estímulos del entorno.  Sin quitar este pensamiento, Ricardo necesitaba irse, emigrar. El cambio de geografía, aunque no sea más que traslado, también significaba distancia de sus recuerdos, de los accesorios comunes, de las calles, los árboles, los carteles habituales. Esa distancia hace a la renovación de estímulos, al cambio de costumbres... nacer de nuevo. Así -concluía Ricardo- nacer dos veces en el mismo lugar y dormir una noche es lo mismo; y en cambio dormirse en una latitud y despertar en otra, es renovar la existencia. Meter en la misma bolsa, abstraer en un sólo concepto, eran costumbre de este hombre. Sin embargo seguía recorriendo, admirando. Sorprendiéndose de cómo todo lo igual puede marcar cierta diferencia, puede tornarse especial y quererse por sobre el resto. La

Travesía serrana bonaerense marzo 2011 4

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A Bahía.    Todavía era de noche cuando nos levantamos. El silencio dueño del campamento, y nosotros por no perturbarlo, armamos el equipaje, empaquetamos la carpa, agrupamos y cerramos la mochilota con el mayor sigilo que se nos permitía. Destaquemos que la línea ferroviaria que estábamos por usar se habilitó en 1903. En la comarca y en ese inicio, sólo existía la estación Sierra de la Ventana, que no era la misma, sino la que hoy se llama Saldungaray. Seguidamente en la misma epoca, se establece una parada después del puente que cruza el río Sauce Grande, y se la nombra como el mismo cauce de agua.

Travesía serrana bonaerense marzo 2011 3

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Excursiones al Parque Provincial Tornquist. Organigrama de las excursiones disponibles en el parque. La combi al cerro salía a las 7am y llegaba algo antes de las ocho. José Luis, el encargado del camping, nos había recomendado pararnos en la ruta y esperar a que alguien nos llevara en su auto, porque es sabido que el transporte es poco y los turistas-aventureros como nosotros suelen tener problemas para llegar al cerro. También nos contó cómo era y nos dijo que después de las 14hrs no dejan subir más, porque el trekking dura algo así como 2.30hrs en cada sentido.

Travesía serrana bonaerense marzo 2011 1

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Antes de sacar los pasajes.  En el camino rumbo a Azul de octubre del 2010, conocí con verdadero asombro, felicidad y excitación, las sierras de Tandil: accidentes geográficos que nunca hubiera imaginado ver en el perímetro bonaerense. Está claro que desde ahí me prometí volver y conocer Tandil. Así comenzó este viaje. Pretendiendo Tandil y después llenando con un tanto de codicia, una lista con muchas más ciudades más. Con el fin de año, las vacaciones y la triste renuncia a mi estadía marplatense, también vimos el tiempo justo para concretar el viaje. Organigrama del itinerario hecho para dejar tranquilos a los famliares.

Travesía serrana bonaerense marzo 2011 2

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Tornquist Al pisar el andén de Tornquist, esperamos a que el tren desapareciera en el horizonte antes de seguir camino. Algunos nos aconsejaron tomar remis en ese momento porque después se irían y no conseguiríamos. De todas formas no teníamos apuro por irnos, y nos quedamos para recorrer la ciudad principal del partido.