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Mostrando las entradas de octubre, 2010

A los cuatro vientos; marzo 2009 3

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Tramo 3: Paseo náutico por el Delta tigrense. Fue después de comer unas hamburguesas en la mal llamada Costanera Sur, cocinadas en una parrilla o bien bajo un Sol que esfumaba toda idea de otoño, que fuimos a Retiro y tomamos el eléctrico a Tigre de las 15.26hrs. Subimos al primer coche, pegados a la cabina, y viajamos sentados entre ruedas de bicicletas, en el piso de un medio-furgón. Viendo salir trenes desde el andén 1 de Retiro Mitre.

A los cuatro vientos, marzo 2009 2

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Tramo 2: A la siesta rumbo a Ezeiza. La misma tarde del día de su cumpleaños, salimos con Seri de vuelta a la estación Gerli para tomar el tren eléctrico a Ezeiza. Esperamos poco y nos incorporamos a un tren lleno, mitad por pasajeros y mitad por vendedores ambulantes, muchos que aprovechaban el calor reinante para tener éxito en su venta de gaseosas o helados. Íbamos parados, y en eso vi algo verde entre mis pies: cuidé de no pisarlo y no me distancié, para que tampoco lo pise nadie más. Mientras tanto, entre los choques de canastas y conservadoras, las cajitas de turrones y los nenitos a los que se les caían las tarjetas y los señaladores, llegó cuando pasábamos estación Turdera un vendedor de perfumes, que -lamento decirlo- es el peor vendedor ambulante del que puedo dar testimonio: La fluidez en el discurso era cosa desconocida para él, y nos contó buena parte de su historial laboral para argumentar la calidad de los perfumes. Repetía cosas innecesarias, evidenciando su inseguridad

A los cuatro vientos; marzo 2009 1

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El viernes 27 a las 14 horas llegué una vez más a Retiro, con el ánimo del que vuelve por el placer de volver. Salí de la estación de ómnibus con hambre, que satisfice  en un bar de Retiro Mitre, para después ya con la modorra de la siesta tomar el 22 hacia San Telmo, donde haría uso de la reserva en el hotel. Dejé todo lo prescindible en la habitación y fui a Constitución, donde tomaría felizmente los subtes hasta Callao, y donde tras caminar la cortada peatonal Santos Discépolo, en Callao y Lavalle, me encontré con Lagos, Chary y Zony provenientes de Once. Caminando llegué al lugar de origen: Reitro. La Plaza San Martín nos sorprendió una rareza quizás excesiva: un círculo de osos de colores alrededor del monumento al Libertador. Lo primero que uno se pregunta al ver decenas de osos en hilera, pintados de colores como en un carnaval petrificado y formando un gran círculo alrededor del Paseo de los Granaderos es, ¿qué carajo es ésto? sumado a un elocuente ¿qué estoy haciendo acá? D