Es la paciencia de esperar la lluvia, y sobre eso hacer tan grande su meditación, su pensamiento, que perdía la atención de lo que pasaba en la vereda... obviamente estaría muy concentrada en saber lo que pasaba en el cielo.
Y el transeúnte que pasó, algo agobiado por la humedad del ambiente, la vió y [quizás] en ese momento puso los ojos en la misma expresión con los que ella miraba el cielo. Pero siguió; si esos ojos que se perdían en el cielo, miraban con ansias algo que él nunca podría ofrecerle.
Ella esperaba la lluvia, y sabía que en algún momento la iba a poder alcanzar. En cambio él sabía que por mucho que esperara, no iba a llegar a la ventana.
Rogelio volvía de su trabajo a las 9. La noche estaba fresca pero bastante pesada, parecía anticipar mucha lluvia. Esperaba el colectivo en la esquina de Independencia y Juan B Justo. Un auto descapotable lo hizo voltear la mirada, y cuando volvió a su posición normal el colectivo pasaba frente a sus narices… No se mosqueó, siguió esperando. Un hombre de aspecto un tanto extraño se le puso al costado, le pidió fuego. Prendió uno de los fósforos y sin encender ningún cigarrillo esperó a que se consumiera completamente.
Viene de Surfeándola I: Arroyo Aguiar Surfeando la ola de calor 2016 Domingo 18 febrero Destino Matilde El domingo en cambio salimos temprano, con la idea de una salida matutina que no implique pedalear en horas de pico de calor. Al encontrarnos en Santo Tomé, estuvimos de acuerdo en tomar la RN11 sin rumbo prefijado. Rodamos el asfalto de la ruta ya muy conocida, pero notamos varios cambios y detalles en el paisaje.
Viene de Surfeándola II: Matilde Surfeando la ola de calor 2016 Sábado 23 febrero Destino Esperanza El sábado pasado creo que hizo más calor que los otros dos días juntos. Y esta vez teníamos destino prefijado en Esperanza, más o menos a 45kms de Santa Fe. Así fue que Martín pasó a las 6am por casa y nos pusimos camino a las Cinco Esquinas de Santo Tomé, donde nos esperaba Lorena. Podíamos ir por Ruta 19 y después tomar la 6, pasando por Franck. Sin embargo elegimos tomar el camino de tierra, hasta el puente de la autopista y después el camino de la Milkaut. Un camino que hemos encontrado en mejores condiciones algunas veces -y también lo hemos encontrado en peores,- estaba bastante pisoteado y con bancos de arena suelta en algunas partes. Cerca de las 9 llegamos a Franck. Para sorpresa de Lorena y mía, ahi estaba Sonia, que Martín venía mensajeando en el camino. Trajo aceite para la cadena de Martín y la invitamos a que nos acompañara. Salimos entonces por RP6, asfa...
Y el transeúnte que pasó, algo agobiado por la humedad del ambiente, la vió y [quizás] en ese momento puso los ojos en la misma expresión con los que ella miraba el cielo. Pero siguió; si esos ojos que se perdían en el cielo, miraban con ansias algo que él nunca podría ofrecerle.
Ella esperaba la lluvia, y sabía que en algún momento la iba a poder alcanzar. En cambio él sabía que por mucho que esperara, no iba a llegar a la ventana.