Lectura en el transporte público.
Un lector de transporte colectivo es básicamente, un tipo decidido. Decidido porque pudo elegir qué libro llevar para leer, porque no es cómodo llevar muchos libros y elegir en el viaje. Pero decidido también porque sabe cuándo cambiar de historias. En el momento en que el susodicho tiene el material de lectura en las manos, dispone de dos historias que leer: la historia escrita, que es un mundo de fantasía o de realidad, pero para el que siempre es necesaria una imaginación y procesamiento que tranforme las letras en imágenes, por lo menos . Y a la vez tiene la opción de levantar la vista y leer la historia real, el presente. Un libro que se está escribiendo en ese mismo instante, donde podría estar incluído él, leyendo su libro lleno de pasado, de pensamientos o de predicciones. El mundo que se le ofrece al pasajero es tan amplio que puede dividirse en dos grandes grupos: el mundillo dentro del colectivo, tren o subte, y el mundo por la ventanilla de los mismos. Hay que destacar q...